El tiempo en Boston
Boston tiene, básicamente, un clima situado entre el continental húmedo y subtropical húmedo, muy común en la costa sur de Nueva Inglaterra. Los veranos son generalmente cálidos y húmedos, mientras que los inviernos son fríos, con viento y nieve. Predominan los vientos que soplan en alta mar que afectan a Boston,disminuyendo la influencia del océano Atlántico.
La primavera en Boston puede ser cálida, con temperaturas que sobrepasan los 30 °C con los vientos de la costa, aunque puede ser posible que un día de finales de mayo no sobrepase los 5 °C debido a los fríos vientos del océano. El mes más caluroso es julio, con una temperatura media máxima de 28 °C y mínima de 19 °C, con condiciones húmedas. El mes más frío, por su parte, es enero, con temperaturas medias máximas de 2 °C y mínimas de -6 °C. Los períodos de temperaturas que en verano sobrepasan los 32 °C y en invierno los -12 °C no son comunes y rara vez son temporadas prolongadas.
La temperatura más alta registrada en Boston fue de 40 °C el 4 de julio de 1911. La temperatura más baja fue de -41 °C y fue registrada el 9 de febrero de 1934. El mes de febrero en Boston ha visto 21 °C sólo una vez en la historia desde que se registran las temperaturas y tuvo lugar el 24 de febrero de 1985. La temperatura más alta del mes de marzo ocurrió el 31 de marzo de 1998, y fue de 31,7 °C.La ubicación de Boston en la costa del Atlántico Norte, aunque modera las temperaturas, también hace que la ciudad sea muy propensa a los sistemas meteorológicos nordestes, los que pueden producir mucha nieve y lluvia.
La ciudad recibe un promedio de 108 cm de precipitaciones y 104 cm de nieve por año. La mayor cantidad de nieve cae desde diciembre hasta marzo. Normalmente hay pocas o ninguna nevada en abril y noviembre, y prácticamente ninguna entre mayo y octubre. La niebla es frecuente, especialmente en primavera y a comienzos del verano, y ocasionales tormentas tropicales o huracanes pueden amenazar la región, especialmente a comienzos del otoño. Debido a su situación a lo largo del Atlántico Norte, la ciudad es a menudo sometida a la brisa del mar, especialmente en la recta final de la primavera, cuando la temperatura del agua todavía es bastante fría y las temperaturas en la costa pueden ser de diez a veinte grados más fría que a pocos kilómetros del interior cerca del mediodía.